Cuando mi esposo engañó, decidí arreglarme. Invité a su amante a casa, y tuvimos un trío caliente. Lo llevé, dándole mi culo apretado y haciendo una garganta profunda a su gran polla negra.
Siempre pensé que mi esposo era el hombre perfecto.Era amable, cariñoso y entregado a mí.Pero luego, me topé con algunas pruebas inesperadas que destrozaron mi confianza en él.Me había estado engañando con otra mujer, y me lastimó profundamente.Sabía que necesitaba hacer algo al respecto.Así que, decidí tomar el asunto en mis propias manos y confrontarlo.Quería mostrarle lo que se había perdido.Invité a otro hombre a unirse a nosotros, y pronto nos encontramos en un trío salvaje.Mi esposo observó cómo me complaceba este extraño, y lo volvía loco de deseo.Se unió a nosotros, ya todos nos complacíamos con nuestros deseos más profundos.La vista de mi esposo follándome a otro hombre fue demasiado para que me resistiera.Me uní, tomando su gran polla negra en mi boca, saboreando cada momento de nuestro encuentro apasionado.Fue una noche de placer intenso, y sabía que mi esposo nunca volvería a traicionarme.