Sami Parker, una chica que vende galletas, se encuentra con su padrastro. A pesar del desinterés, él insiste en ayudarla. Su encuentro se convierte en una sesión caliente de placer prohibido, explorando su atracción mutua.
Sami Parker, una chica que vendía galletas, siempre había estado fascinada por su padrastro.Era el tipo de hombre que destilaba un aire de dominio, y ella se encontraba atraída por él de maneras que eran difíciles de explicar.En un fatídico día, mientras preparaba su puesto de galletas frente a su casa, su padratro se acercó a ella.La conversación rápidamente se volvió íntima, y antes de que ella lo supiera, él la sujetaba contra la pared, sus manos exploraban cada centímetro de su cuerpo.La intensidad del momento le quitó el aliento, y se encontró perdida en la pasión del encuentro.Mientras se sumía en ella, no pudo evitar preguntarse si esto era lo que había estado deseando todo el tiempo.Lo viejo y lo joven se unían en un baile de deseo que los dejaba a ambos sin aliento.