Después de horas en la oficina, el grupo se sorprendió con un ladrón. Los obligó a arrodillarse, castigándolos con una polla monstruosa. El garaje se convirtió en prisión por sexo hardcore y una polla dura.
En una oficina desolada, un joven involuntariamente desbloquea una puerta a un visitante inesperado - un ladrón doblado en picardías.El ladrón, aprovechando la oportunidad, obliga al hombre a arrodillarse, desvelando un enorme miembro que deja al incauto hombre embobado.Sin escape en el estéril garaje, el rehén se ve obligado a complacer al considerable eje de los intrusos.El perpetrador, deleitándose en su poder, emite más comandos, ordenando al cautivo que atendera a otros asociados igualmente dotados que han llegado discretamente.El grupo, desconocido por las circunstancias inusuales, procede a participar en un encuentro hardcore, con el cautivo acomodando ansiosamente sus deseos.La escena culmina en un fervido encuentro grupal, dejando a la oficina en un estado de desarreglo.Los perpetradores, desconcerados por el caos que han causado, salen de la escena, dejando al cautivador engañar al extraño turno de eventos que se desplegaron dentro de los conos de la oficina.