Contratada como escort por mi hermanastra, aprovechó para complacer.Ella se convirtió en objeto de mi fetiche sin querer, lo que generó un encuentro salvaje lleno de mamadas, por detrás y creampie.
Este es un cuento de un hombre que, en un momento de desesperación, contrató a su inexperta hermanastra como escort.Sin el conocimiento de él, ella ya estaba en camino de una audición para un trabajo como stripper.¿El toque?Tenía un fetiche por las grandes pollas y no podía resistir la vista de su impresionante miembro.Como bailaba para él, sus ojos estaban llenos de lujuria y deseo, una vista que solo avivaba su propia excitación.A medida que la música sonaba, ella lo llevó seductoramente a su boca, su inocencia contrastaba con su hambre insaciable.La tomó en todas las posiciones imaginables, estirando su apretado agujero hasta sus límites.Sus gemidos llenaron la habitación mientras él la embestía, cada una de ellas más profunda y dura que la última.La vista de su redondo, amplio culo rebotando con cada impacto era demasiado para resistirse.Al final, ella era más que solo una escort; era un participante dispuesto en su encuentro prohibido.