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Victoria Beatriz, una bomba brasileña, estaba a punto de embarcarse en su primera experiencia interracial.Su pareja, un hombre negro bien dotado, estaba ansioso por mostrarle las cuerdas.Cuando ella se acostó boca abajo, desató su enorme y gruesa polla, lista para penetrarla.La vista de ella le estremecía por la columna, pero sabía que tenía que probarla.Al entrarle, ella jadeó al tamaño, su estrecho agujero se estiraba para acomodarlo.La intensidad era abrumadora, pero se encontró con un antojo más.La tomó por detrás, sus fuertes manos agarrando su redondo culo mientras la embestía profundamente.El placer era demasiado, y ella gritó en éxtasis.Pero estaba lejos de terminar.La dio la vuelta, dejando ver su perfecto culo latino, que procedió a follar con una fuerza implacable.La vista del retorcimiento de su placer era demasiada para resistirse, y continuó ravishándola hasta que ambos llegaron al clímax.
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