Me colé en la habitación de mis novias para darle placer, todo mientras su novio estaba abajo.Después de una acción intensa, ambos llegamos al clímax, dejándonos cubiertos de semen.Un viaje salvaje de placer y dominio.
Me escabullí a la habitación y la encontré acostada en la cama, sus deliciosos rizos se extendían por las sábanas.No pude resistir el atractivo de su tersa piel y la vista de su redondo e invitante culo.La provoqué, lamiendo y besando sus sensibles manchas, conduciéndola salvaje de deseo.Ella correspondió, habilidosamente tomándome en su boca, haciéndome una garganta profunda con una pasión que me dejó sin aliento.Nos mudamos al sofá, donde ella tomó el control, montándome con abandono, sus lindas mejillas rebotando mientras llegaba al éxtasis.Finalmente, cambiamos de espaldas, su culo hacia arriba para agarrar mientras la llenaba con mi jugo de amor.El pensamiento de su esposo mirando lo hizo aún más excitante, añadiendo una capa extra de tabú a nuestro apasionado encuentro.