Después de años de deseo acumulado, finalmente me enganché con mi primo. La intensa pasión llevó a un juego de lactancia y orina, creando una inolvidable experiencia por primera vez.
Después de años de deseo reprimido, por fin había llegado el momento de que nuestra protagonista de 18 años experimentara su primer encuentro sexual con su primo.La anticipación era palpable mientras se desnudaban mutuamente, dejando ver sus cuerpos juveniles y sus pechos turgentes.Su primer acto de intimidad fue un beso apasionado, que rápidamente se intensificó en un encuentro salvaje e intenso.El joven exploró con ansias su primosito coño, sus dedos y lengua conduciéndolo al borde del éxtasis.Al hundirle su dura polla, ella soltó un dulce gemido que se hizo eco a través de la habitación.El clímax de su encuentro apasionador la vio lactante, su cálida leche se derramaba sobre su estómago.Pero la excitación no terminó ahí.Mientras continuaba complaciéndola, orinó ansiosamente en su miembro palpitante, añadiendo otra capa de morbo a su ya caliente encuentro sexual.Esta fue una experiencia sexual por primera vez sin igual que ninguna, dejando a ambos sin aliento y satisfechos.