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Después de una larga jornada de trabajo, el joven decidió desenrollarse dándose placer.Poco sabía, su madrastra estaba a punto de interrumpir su momento privado.La vista de él pajeándose envió una oleada de deseos cursándola, y no perdió tiempo en unirse a él.Deseosamente tomó su impresionante miembro en su boca, dejándolo gimiendo de placer.No mucho tiempo después, lo montó en posición de vaquera, cabalgando su polla con abandono salvaje.La visión de su amplio pecho rebotando solo sirvió para alimentar su deseo.Pronto, se encontró doblada, su miembro masivo hijastro la penetraba por detrás en una posición desde atrás.El clímax de su encuentro apasionado la vio ser tomada en posición misionera, ambos perdidos en el éxtasis de su orgasmo compartido.El recuerdo de este encuentro íntimo los dejó a ambos anhelando más, un testimonio del atractivo prohibido de placer prohibido.
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