Un joven paciente visita al médico para un examen rutinario, revelando su pene erecto. La enfermera se une, inspeccionándolo con guantes, lo que lleva a un encuentro caliente entre los dos en el hospital.
Últimamente me he sentido bajo el clima, y me imaginaba que era hora de hacer una visita al hospital.Mientras me tumbaba en la mesa de examen, enfundada en nada más que en ropa interior, la joven y atractiva enfermera comenzó su examen.Sus manos enguantadas agarraban suavemente mi hombría, dándole una inspección exhaustiva.La sensación de sus dedos vestidos con látex en mi piel sensible era abrumadora, y me encontré bastante excitada por el examen íntimo.La enfermera, sintiendo mi excitación, decidió llevar el examen un paso más allá.Comenzó a darme placer, sus hábiles manos trabajando en mi miembro palpitante.La vista de ella en su uniforme del hospital, el deslumbramiento de los instrumentos quirúrgicos en la bandeja, y el sonido de nuestros jadeos y gemidos llenaron la habitación, creando una atmósfera de puro erotismo.La enfensa sabía exactamente cómo satisfacerme, y antes de darme cuenta, ambos estábamos perdidos en el éxtasis de nuestro apasionado encuentro.