Una adolescente pequeña es atrapada robando en una tienda. El oficial de castigo la usa como juguete, desnudándose y dominándola en el garaje. La chica traumatizada se convierte en una muñeca sexual emitida por la policía, indefensa para resistirse.
En los agones de la oscuridad, una jovencita en tierna edad es descubierta en un garaje, con las manos cargadas de baratijas que no tenía derecho a coger.El oficial de la ley, una figura severa y sin rendimientos, aprovecha esta oportunidad para dar una lección severa.Le ordena que se caiga de rodillas, y con una sonrisa, desvela su hombría, exigiendo una limpieza profunda y a fondo de su eje.La chica, una mera silueta de miedo, obedece, su marco esbelto temblando con trepidación.Sus delicados labios se envuelven alrededor de él, su lengua baila sinfónicamente sobre su sensible punta.Mientras ella lo complace, el oficial no puede resistirse a hundir sus dedos en su tocado refugio, provocando una sinfonía de jadeos y gemidos. El oficial, un coleccionista de artículos novedosos, se retira a su oficina, donde presenta su nueva adquisición: una réplica de muñeca real de la chica. Procede a ravish de la muñeca, reflejando sus acciones con la chica. La chica, ahora completamente castigada, solo puede ver cómo el oficial se deleita en su nuevo juguete, un testimonio de sus fechorías.