La joven ladrona de oficina Penelope Reeds es atrapada en el garaje. Castigada con una polla dura, chupa y cabalga a regañadientes. La línea entre el placer y el dolor se desenfoca mientras es perforada por el monstruo.
La joven ladrona Penelope Reeds fue pillada con las manos en la masa en el garaje de un empresario adinerado.En vez de llamar a la policía, decidió darle una lección que nunca olvidó.La obligó a ponerse de rodillas, dejando ver su enorme polla.La vista de ella aceleraba su corazón con miedo y deseo.Nunca antes había visto nada tan enorme.Contra su voluntad, se la metió en la boca, ahogándose y amordazándose con ella.El empresario la observó sufrir, disfrutando de la vista de ella luchando por tomar toda su longitud.Le dolía el culo apretado, y la hizo quitarse la ropa, dejando al descubierto su cuerpo joven y firme.La tomó con rudeza por detrás, follándola con fuerza.La pobre chica no podía hacer más que gemir de dolor y placer.Al final, quedó jadeando y humillada, su honor tomado por el empresario.