Mi mundo gira, difuminando líneas. Anhelo la polla de mi hermanastro, una fantasía prohibida.Sus gemidos resuenan, alimentando mi adicción oral.Me devoro, saboreando cada sabor, perdido en el éxtasis.
En un giro retorcido de los acontecimientos, me encontré anhelando la hombría de mi hermanastro, una fruta prohibida que solo avivaba mis deseos insaciables.Como chica linda e inocente, me consumía esta extraña obsesión, empujando los límites de nuestra relación tabú.Cada noche, anhelaba su compañía, anticipando ansiosamente el sabor de su gruesa y negra verga.Con cada día que pasaba, mi adicción crecía, convirtiéndose en una enferma y retorcida fantasía POV.El pensamiento de él, el sabor de él, todo me consumió.Me convertí en esclavo de mis deseos, cada acción dictada por la necesidad de su verga en mi boca.Y así, seguí disfrutando, mis jóvenes labios envolviendo su duro eje, mi lengua explorando cada centímetro de su longitud palpitante.Era un baile de lujuria y deseo, un bailar que no tenía poder para resistirme.Y mientras lo miraba, sabía que no había marcha atrás.Esta era mi nueva normalidad, mi realidad enferma o retorcida.
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