Mi hermanastra está frustrada por los chicos y busca el consejo de sus madres. Nos vinculamos con experiencias compartidas, convirtiéndonos en un encuentro caliente. Nuestro deseo prohibido se enciende en un encuentro apasionado, crudo e inolvidable.
Cuando mi hermanastra se acerca, siempre se queja de chicos.Escucho, tratando de ofrecer qué consejo puedo.Pero está claro que no solo busca consejo: busca una distracción de su frustración.Al sentarnos en el sofá, las cosas toman un giro sorprendente.Cuando comenzamos a hablar, la tensión entre nosotros se vuelve palpable.Eran jóvenes, apasionadas y cachondas.Llevamos un tiempo deseándonos.Eran tanto europeas como latinas, una mezcla de emo y estilo colombiano.Eran ambas amateurs, pero ambas estaban ansiosas por explorar nuestros deseos.A medida que nos besamos, nuestras inhibiciones se derriten.Eran las dos adolescentes, pero sabemos lo que queremos.Eran dos amateur, pero ambas estábamos listas para aprender.Y a medida que nos desnudamos a nada, cedemos a nuestros deseos".Ambas eran chicas, pero las dos estaban listas para jugar un nuevo tipo de juego.